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Últimamente me he sentido algo desubicada, y por ultimamente porsupuesto me refiero a los últimos años de mi vida,  todo ese tiempo en el cual  he estado tratando de encontrarle  un significado a la palabra hogar. 


Mi familia se ha estado mudando de pueblo en pueblo, de pais en país, de un sitio a otro desde que tengo uso de razón.


Desde entonces no encuentro lugar alguno en el cual sintiéndome  perfectamente cómoda yo pueda llamarle hogar. Hay pocas cosas que me hacen sentir ese calor al que muchos se refieren como el calor del hogar, y la mayoria de ellos, ahora son tan solo recuerdos lavados con el paso de los años, cada vez mas lejanos, aun asi cada vez mas reales. El olor de mi abuela , su risa que me envuelve como un ave en su canto. Patinar en el parque, los colores de la colonia tan fáciles de distinguir, siempre tan puros, tan llenos de alegría. La manera en la que esa persona de la cual parte de mi corazón de niña va estar eternamente enamorada plasmaba los colores,sus ideales en papel de cuadernos de escuela,  el olor del cloro en la piscina que se impregna a tu piel y al olerlo horas después sentimos cierto placer inocente...recordando...


Son tantos recuerdos, la mayoría por supuesto de mi niñez. Nada mas hermoso que los ojos de un niño para ver el mundo. Talvez pasamos el resto de nuestras vidas esperando, queriendo, ver el mundo en eso matices tan infantiles de nuevo. Aferrándonos a esas imágenes, olores, momentos  de nuestro pasado diciéndonos como todo era mejor antes, como todo era mas fácil. Ese pasado en el que teníamos la capacidad de creer  incluso lo que no vemos, de confiar en las personas sin dudarlo, en el que juzgar a los demás  no es parte de nuestras vidas cotidianas 


Muchos dicen que hogar es donde el corazón esta.  (o al menos es un dicho famoso) pero es tan dificil encontrar un hogar cuando tu corazón ha compartido con tantas personas, con tantos lugares, y talvez eso es lo único que me queda de mi niñez. El poder de amar con la fuerza que solo un niño puede amar a las cosas mas sencillas, a las personas mas humildes. 


Pero en estos tiempo es cada vez mas difícil cuidar esa pequeña niña que aun ahora llora en las noches cuando cree que nadie la escucha, porque el mundo se esta convirtiendo en un lugar repugnante, esa niña que se niega a crecer completamente porque eso significa convertirse en uno de esos adultos a los cuales siempre ha aborrecido. Esa niña que al igual que todos en el fondo sabe que la maldad, la tristeza, la pobreza, la ambición poco a poco se van a encargar de deshacerse de los niños que todos somos o fuimos.


Mientras tanto  mi no me queda mas que esperar que me consuman las llamas de este nuevo mundo mientras me aferro a esa tenue esperanza de encontrar la paz y tranquilidad de un lugar al que pueda llamar hogar sin sentirme como una extraña.